Una perspectiva global

Hay un sentido de autor en la cocina de este comedor, inserto en el verdor del campo; también una mirada internacional, con carnes y productos del mar de referencia.

Un espacio campestre pero a la vez cercano a la urbe. Una puesta en escena donde el verdor y el
buen aire se unen a una cocina cuya meta es la diferenciación mediante los detalles. Porque hay opciones, digamos, comunes como una Pastelera con plateada de choclo; pero es la cocción lenta en sus jugos y los detalles venidos desde la huerta lo que lo convierten en un plato especial. Es el trabajo de Felipe Amenábar, quien pone el sello a esta propuesta que transita, en general, por sabores mediterráneos e internacionales. Desde el delicado toque estético y de concepto de los Locos apaltados hasta crudos, platos basados en curry y un equilibrio entre las carnes de tierra, las del mar y los vegetales asociados a su propuesta. En ese sentido, gran parte de las verduras que ponen en su mesa se cultivan en ese campo, que se ha convertido en el centro de atención de Machalí, y mucho más allá.