Del mar y más allá

Una cocina que tributa a los sabores criollos, peruanos e italianos, matizados por una serie de insumos marinos que marcan la diferencia en la capital regional.

De cara al mar, en un espacio privilegiado. No se trata de un cliché publicitario sino de un sitio que,
quizá, mueve a envidia porque son pocas miradas marinas en Antofagasta. Casablanca posee una terraza panorámica desde donde se puede comer mucha de la oferta de productos locales. Se trata de insumos marinos: pulpos, erizos, locos, pesca de temporada, que aterrizan en platos de corte variado. Hay una influencia entre peruana, chilena, pero sobre todo en pastas al estilo italiano. Frescas, secas, rellenas, desfilan con gracia como ocurre con los Fetuccine alle vongole -con almejas- o los Canelones de ají de gallina con salsa nogada. Pero también aparecen arroces y una selección de pescados “de autor”. Congrio al horno con erizos en salsa verde y papas con luche, figuran como algunas opciones que salen de la caja de lo habitual. Y esa es una de sus cualidades: marcar diferencias.