Un gran comedor

Con una cocina ecléctica y una locación cálida y amable, este restaurante mantiene su impronta ya por más de una década

Por más de una década una hermosa casa residencial remodelada acoge a este restaurante que destaca por su bella decoración, su calidez, su carácter relajado y una carta ecléctica, de autor, creativa y siempre innovadora. Su carta es amplia y va desde sus tapas hasta sus fondos de
carnes, pescados y pastas. Entre los primeros se cuentan propuestas como Alitas de pato crujientes, Hongos al pil pil, Mollejas al hierro, Rotolini, Ostiones gratinados, entre otros varios. En sus carnes hay Garrón de cordero, Asado de tira y Confit de pato, mientras que en los pescados se cuentan Atún, Salmón y Albacora. Mientras, sus pastas lucen Canelones de vacuno braseado, Spaghetti con camarones, además de Risotto de Funghi e incluso Pad thai tradicional. Hay que prestar atención a su barra, siempre con propuestas de autor variadas, y también una carta de vinos bastante diversa en procedencia tanto de Chile como del extranjero, lo que siempre se agradece. Y cuando, el clima lo permite, su terraza interior es un espacio imperdible y relajante.