En Chile chico un lugar que florece

Nació el año pasado apostando por el gusto local, remitiéndose a lo que les diera la temporada y ganándose con eso un espacio en la escena regional aysenina.

El microclina de aquel punto de Aysén, frente al lago General Carrera, posee una fama que crece. Su agricultura, su ganadería, sorprende; y florece complementada por una cocina provista por lugares como Casona Belga. Es en efecto una residencia de los años ’50 del siglo pasado, reacondicionada como hotel boutique y restaurante. En su comedor desfilan casi toda la despensa regional, siempre pensado en las temporada de alimentos como eje sustentador. Si hay cerezas, se hace jugo, compota y copas de sour para los visitantes. Ese es el espíritu, que harto de pionero sigue ostentando. Es el trabajo de Margarita Heise e Ignacio Bustos, que durante 2020 crearon un concepto donde lucen asados al palo de cordero y vacuno, los hongos locales, las frutas y verduras que abundan en verano. Todos esos productos son tratados con visos franceses, italianos, peruanos, como cuenta su chef. Internacionales a fin de cuentas, tanto como el espíritu de esa región tan remota para el resto de Chile. Y tan nuestra a la vez.