En la ruta de la consistencia

Una de las mejores alternativas de la Ciudad Jardín para comer, resalta por un ideario marino especial, orientado a una cocina mediterránea de respeto, con una grata lista de vinos.

Se trata de un restaurante que se ha consolidado. Que es un referente de la ciudad gracias a un trabajo que suma aires mediterráneos, más una cocina sabrosa y dedicada. Se aprovecha cada rincón para ofrecer una experiencia que puede ser íntima o familiar, con platos para compartir como sus ya famosas Croquetas de mechada. Aunque es el mar el que más tira en su carta,con platos puestos tanto en su carta como también en una pizarra que cambia con frecuencia. Los pescados de roca de las cercanías son protagonistas -vieja, jerguilla,
entre otras-, además de rosados ostiones magallánicos y pesca desde Juan Fernández, dentro de la cuota exótica. Éstos productos se reparten en caldillos, en la grilla, en frituras o como parte de las pastas y arroces, infaltables en su propuesta. Es además una pequeña tienda de vinos donde resaltan etiquetas de la zona y cuyas botellas se pueden comprar y llevar a la mesa. Un bistró como pocos en la Ciudad Jardín.