El afán de la diversidad

La costanera de la capital tarapaqueña mantiene calidad y un amplio registro de sabo-res, pensado para todos los públicos.

Es uno de los imprescindibles, sobre todo frente a la playa de Cavancha, el epicentro del Iquique turístico. Amplitud de espacios, buen servicio, sumado a una carta extensa que ha crecido con el correr de los años, le otorgan un pedigrí distinto. Todo parte desde su naturaleza peruana, que le dio el impulso inicial, mediante causas como la de la casa con mayonesa al maracuyá; también chicharrones crocantes, salteados y una selección de cebiches y tiraditos que son su roca madre. A partir de ahí surgen otras variantes, pulidas a
diario: el sushi al estilo de la casa como el Mulata maki, con tartar de camarón pulpo y parmesano gratinado, o bien parrillas marinas o carnes como el Maravilloso, filete en salsa de champiñones flameados y con pasta a la crema. Extensivo, sabroso, además cuenta con una
carta coctelera y de vinos pensada para locales y turistas. Un lugar completo.