De sabores y voluntad de ir más allá

Crecer en cantidad y calidad de opciones, sobre todo en vinos, es el norte de esta comedor que destaca en la zona interior de la V Región.

Hay un rasgo que distingue a este comedor y bar, que anima las tardes y noches de la ciudad del
sol como le dicen a Quilpué (de ahí su nombre): es la voluntad de hacer crecer, en cantidad y calidad, su propuesta de vinos. De un lado suman cepas como semillón, pinot noir, cabernet franc y syrah, todos del valle de Casablanca, como parte de un proyecto donde casi todas sus etiquetas provienen de viñedos a 100 kilómetros a la redonda. Lo otro, un apartado de botellas pensadas para un público más especialista. Así se va evolucionando mientras se mantiene su escenografía donde destaca
una cava subterránea y una lista de platos que van desde carnes a la parrilla, arroces, bocados para compartir hasta novedades como el Pulpo de Juan Fernández, Agnolotti de zapallo camote o Panzotti de cordero. Un sitio al que vale la pena un viaje.