De Perú y de vinos

Las catas, los conversatorios, la diversidad de etiquetas de vinos, lo destacan tanto como su estilo de cocina peruana de gratísima personalidad.

Se trata de un sitio grato y para compartir. Mesas que pueden unirse en torno a los amigos, a la familia y que giran por esencia en torno a la sandwichería. Son cerca de 25 las opciones y con diversas proteínas; de asado de tira, de salmón ahumado, criadillas y unas hamburguesas ya famosas. Hay especialidades pensadas en el gigantismo, como el Gran Homero: un kilo de sándwich más 500 gramos de papas fritas y su schop, dan forma a esta alternativa solo para valientes. Es tierra de cervezas, además, contando con 10 salidas en formato barril y más de 90 embotelladas. Existe una buena lista de cócteles y además, de vinos; posee una lista rotatoria de botellas, destacando algunas oriundas de la zona sur austral. Un compromiso con el buen beber que se suma a un espacio donde la calidez es lo que cuenta. Otrosí: durante la temporada cuentan con un local en el centro de esquí Antillanca.