Casa Donoso 1810: probando dos décadas de un tradicional maulino
Una degustación vertical del vino premium de esta viña afincada en ese valle, mostró la expresión del terruño y la longevidad de una etiqueta con una singular evolución en el tiempo.
Autor: Carlos Reyes M.
20 de Marzo de 2019La sala de ventas de una automotora de lujo es un espacio sui generis para una degustación de vinos. En realidad no tanto, pensando en el énfasis que la maulina viña Casa Donoso quería darle a una cata singular: una vertical con seis añadas de su premium 1810. En ese entorno se reunieron, primero, algunos especialistas en medio de la tranquilidad de la tarde del martes 19 de marzo pasado; luego, las mismas etiquetas ofrecidas al panel se presentaron, de manera más distendida y armonizada con una selección de cecinería talquina, a un público selecto ante todo, por eso de tener que llegar desde varios puntos de Santiago a instalarse en el sector más transitado de La Dehesa.
Ubicación aparte, el paseo en el tiempo entregó varios datos. El primero, cómo se ha ido transformando la mezcla de este vino, que para su cosecha 1999 -la primera de la prueba porque el vino nace el año anterior- contaba con un 80% de cabernet sauvignon y 20% de carmenère. Una década más tarde los porcentajes son mitad y mitad, mezcla que se mantiene hasta nuestros días o al menos hasta 2016, la última de las etiquetas presentadas para la ocasión por Felipe Ortiz, enólogo responsable a contar de 2008. “Nos permite mostrar cómo ha ido evolucionando el vino a lo largo del tiempo, pero también el hecho de que el fenómeno del cambio climático se ha hecho presente en 1810. Uno de esos indicadores tiene que ver con el progresivo adelantamiento de la cosecha de carmenère, que hoy se hace durante el mes de abril de cada año y no a mediados de mayo como antes”, comenta.
La fruta de 1810 viene de la zona de Maule Centro, de un suelo sedimentario arcilloso, donde se asientan viñedos masales plantados entre 1952 y 1990. Un pie franco que, comentan en Casa Donoso, rinde entre cinco a siete toneladas por hectátea. Una cifra modesta en términos productivos, pero suficiente como para mantener una identidad clásica en ese tinto. A lo largo de las cosechas aporta una madurez que le entrega un domicilio tradicional a sus vinos. El primer ejemplar de 1999 sigue comportándose bien en términos de acidez, por supuesto moldeada por los años aportando notas frutales licorosas, bien equilibradas con la madera. Luego y sobre todo en cosechas como la 2009 se marca un mayor peso y estructura en boca, cerrando con la viveza de añadas como la 2016 y otra más redondeada por el tiempo y en su meseta óptima de consumo, como es la 2013.
La versión 2016 de Casa Donoso 1810 está a la venta tanto en tiendas especializadas como en su sala de ventas en Manuel Montt 211, Providencia (http://www.casadonoso.cl/tienda/) a un valor de $ 17.990. En tanto, a través del correo [email protected] es posible acceder a una caja especial con las seis botellas (1999, 2006, 2009, 2013, 2015 y 2016) que entrega luces respecto a cómo el valle más amplio en términos productivos de Chile, guarda a su vez gratas sorpresas en materia de longevidad.