El momento de la verdad

Marcelo Pino, Sommelier Advanced

Autor: Ana María Barahona

20 de Enero de 2020

El destacado sommelier chileno, embajador de viña Casa Silva, autor de la Guía de Aguas y panelista estable de Mesa de Cata de LA CAV, se ha propuesto ser el segundo chileno en alcanzar el título de Master Sommelier. Acaba de dar un paso importante en medio de una vida digna de novela.

 

ENTREVISTA ANA MARÍA BARAHONA. / FOTOGRAFÍA SEBASTIÁN UTRERAS. PRODUCCIÓN CLAUDIA MALUENDA G.

Que vendió cuchiflíes en la playa de Pichilemu. Que era el mayor de siete hermanos en una familia donde su padre sanguíneo no existió pero sí una madre que hasta hoy le sigue cocinando con amor y orgullo las que deben ser las mejores empanadas de la zona.

Marcelo Eduardo Pino Piña (37 años), padre de tres niños, es hoy una de las cartas que tiene nuestro país para adjudicarse un nuevo título de Master Sommelier junto a Francisca Herrera. Ambos aprobaron los exámenes del Sommelier Advanced, título que te permite ser aceptado en el programa de preparación y postulante al título máximo de este oficio. Francisca lo hizo hace varios meses, Marcelo acaba de conseguir con altas anotaciones un exitoso paso en Austria en octubre pasado. La sonrisa no se le quita de esa cara morena, casi infantil, enmarcada por ojos verdes profundos que hablan con seguridad y motivación del que ha sido dos veces el Mejor Sommelier de Chile (2011 y 2014).

-Entre tu segundo lugar de los Panamericanos y tu participación en el Mundial de Mendoza, hay un quiebre porque decidiste dejar de participar y abandonaste tu sueño de conseguir el Master Sommelier. ¿Qué pasó?

Antes de eso, busqué muchas formas de financiar esto, a través de Wines of Chile o de privados, porque es caro. Mi idea siempre fue irme a vivir a Londres cinco a seis años, estar ahí con los vinos, motivado, trabajando pero no se dio.

-¿Y en 2018 sí resultó?

Claro, en una conversación con mi jefe, Mario Pablo Silva y su señora Andrea les cuento de esto, que me había embarcado y que necesitaba su apoyo para irme un par de meses a prepararme a Canadá y Reino Unido y accedieron a costear el proceso. Cerca de 13 millones de pesos, sin contar que me siguieron pagando el sueldo. Y, bueno, ellos seguirán apoyándome.

-¿Cuéntanos un poco cómo fue el proceso de preparación?

No tenemos mentores como en los Master of Wine, entonces hay que tener mucha fuerza de voluntad, así que partí con mis resúmenes luego me fui a Canadá a prepararme con Veronique Rivest un mes, fui a trabajar mi estructura de degustación, probando vinos del mundo. Junté como 60 botellas entre las que me traje de Canadá, otras que le compré a Diego Edwards y por otros lados, para seguir entrenando todos los días la cata acá en Chile. Después me encerré para preparar servicio y un mes antes de los exámenes viajé a Londres y encerrado en mi pieza, con vinos que compré allá y todos mis adminículos de servicio me preparé todo el día. Estuve haciendo pasantía en un restaurante de tres estrellas Michelin con un Master Sommelier...

-Y llegó la semana en Austria con seminario y tres días de exámenes...

Claro, los días de los seminarios me sentí mal, empecé a dudar, a pensar qué van a decir de mí si fracaso. Pero logré hacer el cambio. Luego en los exámenes estaba tranquilo con servicio que siempre ha sido uno de mis fuertes, mientras que me preocupaba mucho la teoría. Ahí tenía una hora para responder 150 preguntas y cuando salí de ahí, estaba seguro que me había ido bien y me lo confirmaron al final porque fue de mis puntajes más altos.

-Otra gran diferencia con el Master of Wine es que en este examen debes pasar las tres pruebas en su conjunto. Con el MW puedes guardar exámenes aprobados un par aprobados un par de años y rendir de nuevo solo los que no aprobaste...

Es el todo o nada. Cuando confirmaron que había sido aprobado me dijeron que mis tres pruebas fueron con puntajes altos y eso me llena de orgullo. Pero estoy convencido que ahora viene un camino más difícil, pedregoso pero me propuse sacarlo adelante.

-Cuando te acompañé a Argentina al Mundial como parte de la delegación chilena, terminaste tu participación (24 del mundo) muy decepcionado.

Sí, es cierto. Uno está lejos de todo, cuesta mucho prepararse en Chile. El tema económico es vital, yo esto lo veo como una suerte de deporte de alto rendimiento. Pero hay que estar con los candidatos y así fue la primera vez que concursé apoyando a Chile pero en la segunda no. Y creo que uno no puede quedarse solo con palabras lindas y de moral, uno sacrifica y expone mucho al representar a Chile.

-A la asociación le molestó mucho tu comentario, ¿cómo están hoy las aguas ahí contigo?

Bien, yo valoro mucho lo que ha hecho Ricardo (Grellet) porque nadie nunca ha querido tomar este buque y él lo disfruta y se compromete a concho y hemos logrado hacer un mundial, un panamericano. Él no está de acuerdo con mis críticas, pero siempre le he dicho que es con el afán de aportar, de crecer, no de crear polémicas. Si me preguntan a mí, que ya no soy parte del directorio, no encuentro ningún sentido que nuestro presidente vaya a todas estas reuniones por el mundo de la ASI, si hay un candidato que no tiene apoyo y que es la imagen de un país. Pero, bueno, tengo la suerte de tener un buen empleador que cree en mí y me apoya.

-Pero también hay varios que te critican diciendo, ¿cómo otras viñas van a invertir ti si trabajas para Casa Silva?, o lo que es más complicado, ¿qué te espera para el futuro y proyecciones con este nivel de compromiso económico que aceptaste de la viña?

Claro, son dos caras de la moneda. Llevo 10 años en Casa Silva y nunca he sentido que me han coartado, todo lo contrario. Siento y me lo dicen los chicos que están partiendo que soy la envidia de muchos por el nivel de apoyo y proyección que he tenido. Yo no he firmado nada ni él me lo ha pedido, pero tiene la certeza que si consigo el título no los voy a dejar aunque sí me gustaría ampliar mis libertades, por ejemplo.

-¿Qué se viene ahora en el proceso de preparación? Me contaste que vuelves a concursar...

Mi plan es quedar 1° o 2° en el concurso nacional porque me permite ir al Panamericano. Luego ir al de las Américas que será en Chile 2021, me gustaría ganarlo, ese es mi objetivo. Y luego hay un concurso más cerrado para ir al mundial, ya no es directo y pretendo ser el representante de nuestro país.

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