El pisco vive su gran fiesta
Tanto en Santiago como en sus áreas de origen se celebra nuestro destilado, que recupera de a poco un estatus de calidad, a la espera de su desembarco como bebida de categoría internacional.
Autor: Carlos Reyes M.
14 de Mayo de 2019Son alrededor de 31 los millones de litros de pisco consumidos en Chile. Y por otro lado, poco menos del 2% (515 mil litros) se exportó durante 2018. O sea, prácticamente nadamos en nuestro destilado, producto en esencia de una larga guerra de sobreproducción, que durante más de 20 años involucró a las dos cooperativas más grandes de nuestro país. Algunos resultados, aparte de la inexistencia en la práctica de una de ellas (Control): categorías desparecidas (¿quién produce pisco de 30 grados hoy?), sumada una glorificación del consumo masivo -Día de la piscola-, ideado como parte de un negocio hecho, en parte, para sostener a los miles de pequeños productores de uva; gente que en su momento expandió sus cultivos en el Norte Chico y que sin ese ejército de sedientos, verían su vida agrícola en entredicho.
Pero es la fiesta del pisco este 15 de mayo, el día en que se concretó la denominación de origen hace 88 años. Se conmemora y se celebra con sentido. Primero porque tras el bajón de calidad, de a poco y con el correr de esta década, se ha ido recuperando parte del sentido artesanal de la bebida, mejorando la calidad. Se ha ido “premiunizando”, dicen, volviendo a ciertas reglas esenciales: mejores destilaciones, donde se concentra de mejor manera el corazón del espirituoso; la preferencia por uvas de mayor perfil aromático como la moscatel de Alejandría, en esos piscos que ganado reputación en concursos internacionales. Hay además una conciencia en alza entre el público, respecto de que no solo con bebida cola es posible disfrutarlo, sino mediante las infinitas posibilidades que posee la coctelería.
Hay festejos por todas partes. Como en Patio Bellavista, que por segundo año consecutivo será la sede oficial de las conmemoraciones de Pisco Chile, la asociación gremial pisquera. A diferencia de 2018, ahora todo el complejo estará disponible para catas y degustaciones sin costo, cortesía de 20 productores que durante tres días –sí, hasta el 17- ofrecerán su amplia gama de botellas; desde blancas, pura fruta, hasta las que tienen un paso por barrica, considerable o no. Aparte, cada restaurante del sector contará con promociones especiales y desde las 15.00 del día 15, en la vecina Universidad San Sebastián, diversos expositores charlarán sobre el devenir de nuestro espirituoso.
En el Norte Grande, en Vicuña, la celebración se traslada hacia el fin de semana. Es la segunda versión de la Fiesta de la Denominación de Origen. Será en la plaza Gabriela Mistral. Habrá charlas y conversatorios sobre la importancia del destilado en la zona, sumado artesanía local, mercado campesino, astroturismo y la presentación de artistas locales y nacionales.
En La Serena, este viernes 17, parte de la Avenida del Mar se convertirá en un paseo donde habrá venta de productos locales, promoción de rutas del pisco, entrega de cocteles gratuitos elaborados por bartenders expertos y foros de carácter universitario pensados para todo público. En Ovalle, valle del Limarí, los festejos se extienden entre el 15 y el 17 de mayo, con eventos como la degustación gratuita de más de un millar de porciones de tragos, buscando con eso estandarizar un coctel único que represente a toda la provincia. Además se suman música en vivo y stand up. Mientras que en Paihuano, en la parte alta del valle del Elqui, buscarán preparar el pisco sour –a la chilena- más grande del mundo. Esperan conseguir más de 600 litros del preparado.
De esta manera el pisco va abriéndose paso, en nuestro país, hacia una consolidación en calidad y variedad coctelera. También sobre la conciencia e importancia histórica de un brebaje con más de 300 años de vida en territorio nacional. La idea es ir camino a ser una categoría internacional, como el vodka, el gin, el whisky. Quizá no tan poderosa y universal como las anteriores, sino bajo el exotismo del producto de nicho. Sudamericano.