Onda clase media

Autor: Carlos Reyes M.

22 de Junio de 2023

CRÍTICA GASTRONÓMICA

SILVESTRE BISTRÓ, EN ÑUÑOA
89 PUNTOS

Lo que Silvestre Bistró aspira es a ser un boliche urbano; en uno con la onda afín al modélico Barrio Italia donde se ubica. Destaca en una esquina sin tanta estridencia -pero dejándose ver- como pasando los días de manera plácida. Se entra al local a través de un par de accesos al estilo de los viejos emporios; dentro entrega una ornamentación ingeniosa, llena de reciclaje cortesía de sus vecinos anticuarios, que aporta ese no sé qué, medio porteño: del Atlántico y del Pacífico. Allí sobresale una terraza que lleva a otro mundo: de conversaciones, de encuentros. Grato ambiente con el sello de una zona instalada en la clase media del virtuosismo gastronómico.

¿Por qué? A diferencia de otras zonas culinarias, en esas manzanas compartidas por Ñuñoa y Providencia, el arrojo creativo suele ceder paso -en demasiadas ocasiones- a la pura eficiencia. No es para nada reprochable tener una carta cortita, de pizarra, con una lista bebestible igualmente llana, con arrestos independientes en sus vinos ($ 4.500 por copa) o en las aguas tónicas que bañan sus gin tónic ($ 7.900). Tampoco el llamativo colorido ornamental del Cebiche de atún rojo ($ 12.900). El tema es que: a) no se salió del canon del encurtido, de la hoja entera de hierba verde, de las semillas de mostaza enteras (¿qué sería la cocina de esta década sin ella?), dominante en casi todo restobar que se precie de tal. Y b) adornó una carne reseca por un descongelado rápido y evidente, con un choclo ídem donde ambos -y este es otro canon- nunca deben ser parte de un cebiche. 

El desempeño de los fondos es ambivalente. El buen sabor del Lomo liso con verduras ($ 15.900) lució por la calidad de la materia prima, donde la selección vegetal -con encurtido y la mostaza otra vez-, sumó un trozo de cebolla casi cruda, sin amortiguar, golpeó demasiado el paladar y descolocó la prestancia de la carne. En el Dahl de lentejas ($ 8.900) hubo mucho más equilibrio, con perfume y sabor oriental intenso, legumbres suaves y sentido en los acompañamientos. Algo similar al Postre de la casa ($ 5.900), con una leche asada, una bolita de helado y frutas, efectiva por suave, dulce y cremosa. En suma, un aporte al barrio con margen para más arrojo desde la cocina.

De los vinos: aparte de un descorche con precio a escala humana ($ 7.000), en su breve carta existe la voluntad mayoritaria por los proyectos de pequeños productores. Tienen todo para profundizar esa tendencia y mejorar las opciones por copas, por ejemplo.

 

Especialidad: cocina internacional.

Carta de vinos: breve y con poquitas opciones por copa.

Sommelier: no tiene.

Accesorios asociados al vino: copas.

Descorche: $ 7.000.

Ideal para: cocina del día y parejas en plan cita.

Delivery: no tiene.

Área de reparto: no tiene.

Aplicaciones asociadas: no tiene.

 

Dirección: Tegualda 1509, Ñuñoa.

Teléfono: +56 9 9156 9974 (mensajería) y 2 3289 0481.

Capacidad: 60 personas.

Consumo promedio: $25.000.

Formas de pago: efectivo, tarjetas.

Horarios: martes a sábados de 12.30 a 23.30. Domingos de 12.30 a 16.00 horas.

Web: no tiene.

Correo electrónico: [email protected]

Wi-fi: sí.

Instagram: @silvestrebistro

Disponibilidad de aire acondicionado: sí.

Disponibilidad de estacionamiento propio o valet parking: no.

Acceso discapacitados: sí.

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