PASTA E VINO, VALPARAÍSO: Mejor volver a la simpleza

Rodrigo Martinez E.

14 de Febrero de 2018

Posee un comedor que mira al mar con una agradable terraza y un salón decorado con sencillez y gusto, ambiente que agrada desde el ingreso. Pero en nuestra experiencia algo no cuajó del todo. Lo platillos degustados dieron muestras de que esta cocina está usando los comodines más baratos para mantener a un público cautivo (que se compone en el grueso de extranjeros).
El dulce y la grasa (no el agraz), amenazan como las dos trampas de esta cocina.
La experiencia comienza bien, con una panera que casi le hace peso a la del Rívoli y una bienvenida (crema de cebolla con mojo verde) muy agradable. Luego llega a la mesa una vistosa Lasagna crocante ($ 8.600), rellena con palta, ricota, pulpo y cebolla caramelizada. En un montaje con vocación vertical, coronada con un top de berros y una salsa en reducción de balsámico con un subtítulo a umami que se hace agotador.
Lo mejor es compartir esta entrada. De los fondos, Ravioli de habas salteado con camarones, reducción de naranjas y salsa de vino ($ 14.900). De lindo aspecto,
pero al primer bocado se evidencia una nota dulce que agota a cada embate. Algo de información gustosa aportan los camarones y la pasta (cinco raviolones cocinados con precisión) termina siendo arruinada por lo que la debería coronar. El dulzor se hace protagónico y embalsama todo. Por otro lado, los Fetuccini al cartoccio ($ 13.900) a pesar de su aspecto nada atractivo se muestra generoso en grasa -crema, queso mantecoso (no mozzarella) y roquefort- y pobre en la variedad de setas y con una pasta sobrecocida en el cartucho. Platos que en la danza entre carbohidratos, azúcares y grasas claman por noches más frías (que en la costa las hay) o ruegan por una siesta. Para el final, un Tiramisú ($ 6.500), pródigo en queso con un Ristretto ($ 1.600). Servicio atento y diligente. Pero en el binomio que propone el nombre del recinto, ganaron los líquidos. En esta pasada, menos sería mejor.
De los vinos: la carta compuesta de una cincuentena de etiquetas con variedad de estilos, vinos de alta gama y algunasinserciones de etiquetas extranjeras (italianas).  Disponibilidad de medias botellas, en este caso un sauvignon blanc Corralillo de Matetic ($ 7.000) y vinos por copa, pinot noir T.H. de Undurraga ($ 4.000).

Especialidad: pastas.
Sommelier: no.
Accesorios asociados al vino: cristalería,
decantadores, cubeteras.
Descorche: $5.000
Ideal para: turistas (extranjeros).
Dirección: Papudo 427, Cerro
Concepción, Valparaíso.
Teléfono: 322496187
Capacidad: 45 personas.
Consumo promedio: $ 30.000 p/p.
Formas de pago: tarjetas y efectivo.
Horario: martes a sábados de
13.00 a 15.30 y de 19.00 a 23.00.
Domingos de 13.00 a 16.00
horas.
Web: www.pastaevinoristorante.cl
Mail: [email protected]

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