Philippe Sereys de Rothschild: El sucesor

Autor: ALEJANDRO JIMÉNEZ

02 de Junio de 2023

FOTOGRAFÍA MACARENA ÁLVAREZ. PRODUCCIÓN CLAUDIA MALUENDA G.

Es hijo de la baronesa Philippine de Rothschild y del actor Jacques Sereys. Su madre -fallecida en 2014- fue la artífice de la unión con Concha y Toro para crear Almaviva y la instalación de Baron Philippe de Rothschild en Chile. Asumió en 2018 la dirección de esta famosa viña de Burdeos que produce Château Mouton Rothschild, Château d'Armailhac y Château Clerc Milon, además de Opus One en California. Aquí habla de Rothschild, de Francia y del futuro en nuestro país.

¿Recuerda de la primera vez que vino a Chile?, ¿fue con su madre?
Sí, fue en el siglo pasado...(ríe) con mi madre. Pero no me hice una imagen de Chile muy amplia porque fue un viaje de bastante trabajo, de visitar muchos viñedos, no me quedó tiempo. Después, en mis viajes posteriores, he tenido el gusto de recorrer Chile, de ir a Atacama, a Valparaíso, a la zona de los volcanes del sur. Es un lugar muy hermoso. Así que estoy feliz de volver.

Esta vez vino a poner la primera piedra de la nueva sala de barricas de Baron Philippe de Rothschild en Chile...
Así es, la construcción demorará un año. Así que regresaré un par de veces para ver el avance. La inauguración está prevista para abril de 2024 y será un gran paso adelante, por dos razones: en primer lugar, porque nos dará la capacidad de hacer vinos aún mejores; segundo, porque es importante también traer gente a Chile, no solo a los críticos sino también a los amantes del vino que vienen a recorrer las bodegas, a probar los vinos, y no hay mejor manera de compartir que tener esta gran instalación.

Dentro de su visita, ¿también aprovecha de probar vinos ya sea de Baron Philippe como de otros productores?
Sí, todo el tiempo y no solo en Chile y Francia. Hago lo mismo en los Estados Unidos porque, como saben, tenemos Opus One en Napa Valley. Primero, porque me gusta probar y, segundo, porque siempre es interesante ver lo que hacen los demás. Debo decir que llevo muchos años haciendo catas comparativas en Chile y el nivel general ha avanzado. Todavía hay algunas progresiones por hacer, pero ha aumentado mucho la calidad en los últimos 10 a 15 años y he tenido sorpresas positivas.

¿A qué atribuye ese progreso?

Claramente, a la gran cantidad de muy buenos enólogos que hay en Chile, que están mejorando los vinos de un año a otro, y que son muy creativos. Creo que en nuestro caso, por ejemplo, han mejorado mucho nuestros vinos de entrada.

¿En los vinos de alta gama es más difícil mejorar?

Mientras más arriba más difícil porque la gente siempre espera algo mejor y las expectativas son aún mayores. Cuando empiezas muy alto, ¿cómo vas aún más alto? Eso siempre es muy complicado, pero a la vez emocionante y un buen desafío para hacer negocios. Si no estás allí para tratar de hacerlo aún mejor, entonces no tiene sentido hacer vino.

¿Considera a los vinos clásicos de Rothschild, como Mouton, como artículos de lujo?
Es un producto de lujo debido a su costo, pero no es solo eso: creo que en su origen hicimos el vino para el placer de otras personas. Eso es muy importante porque no lo hacemos para nosotros mismos. Segundo, hacemos vinos con una visión de evolución, de edad, que no se beben inmediatamente sino que la gente tiene que esperar y beberlos más tarde. El principio de un producto de lujo es disfrutarlo inmediatamente. También es un producto agrícola. Quiero decir, es muchas cosas diferentes al mismo tiempo. Si sólo fuera un producto de lujo, sería más fácil.

¿Es un tema de expectativas?

La gente espera que cuando abre una botella de alguno de nuestros grandes vinos, como Almaviva, sea absolutamente perfecto. Y eso es lo que tenemos que tratar de conseguirles. Es una prueba constante todo el tiempo y es difícil porque es un producto vivo, difícil de tratar. Pero de todos modos, es divertido el desafío permanente.

A propósito de Almaviva, cómo define su relación con Concha y Toro. ¿Será un nuevo estilo?
Para ser honesto, mantenemos la misma relación que hemos tenido durante años y es muy buena. Es tan difícil hacer muy buen vino, estar en la cima y mantenerse que si no tienes un buen entendimiento con tus socios... entonces olvídalo. Es una pérdida de tiempo. Realmente debes asegurarte de que la relación que tienes con las familias frente a ti sea muy positiva. Y en Chile desde el primer día ha sido fantástica, son personas que entienden muy bien cómo queremos hacer las cosas. En el caso de Almaviva, está cerca de ellos y muy lejos de nosotros, pero siempre hemos tenido total confianza, nunca ha habido complicaciones. La única complicación que hubo fue la de los últimos cuatro años, que no pude venir a Chile por el Covid.

Rothschild en el mundo del vino hace etiquetas icónicas. Su parte chilena de BPHR parece no seguir ese camino. ¿Por qué?
Lo primero es que ponemos nuestro nombre en todos los vinos y todo lo que hacemos en Chile es parte de nuestra historia. No es una marca más: es parte de lo que somos, de nuestra identidad, de nuestra cultura. No es algo que hacemos al margen y luego veremos si funciona. No, si decidimos hacerlo, ponerle nuestro nombre en la etiqueta, es parte de nosotros. En otras palabras, obviamente hacemos vinos de alta calidad, pero también necesitamos tener vinos accesibles para todos porque quiero que la gente pueda beber vinos muy buenos a un precio decente y creo que eso también es importante.

¿Cómo ve el futuro de su viña en Chile?
El futuro es muy positivo, es un momento muy emocionante y lo será durante los próximos 20 años. Lo único que espero es que las grandes personas con las que estamos trabajando aquí sigan con nosotros, eso es muy importante. Y si la economía se mantiene estable como lo está, existirán muchas nuevas aventuras.

Rothschild es un apellido con mucho peso en el vino del mundo. ¿Siente esa carga?
Si uno se dedica exclusivamente a pensar en eso, hará cualquier cosa; por lo demás mañana amaneceré con el mismo apellido. Así que mi filosofía es seguir adelante porque nunca sabes lo que la gente va a pensar, así que digo: empieza a dejar de pensar en ti. Simplemente hazlo, sigue adelante. Por supuesto, ha habido algunos años en mi vida en los que me preguntaba cómo debería hacer las cosas, pero ahora soy demasiado viejo para eso. Ahora mis hijos deberían lidiar con eso, pero creo que entienden que es lo que es: así es la vida. Y buscarán un justo equilibrio.

¿Cómo es tener que hacer estos grandes vinos todos los años?
Cuando quieres hacer un gran vino debes tener dos cualidades: modestia y paciencia. Esas son las dos cosas más importantes. Modestia porque todos los años el proceso comienza desde el principio, y paciencia porque este producto está vivo, evoluciona. Una vez que hayas entendido eso, entonces sabes que el mundo está abierto para que hagas grandes etiquetas.

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