Senso: a las puertas del lujo

El restaurante italiano de hotel Santiago se renueva en forma y fondo, con una cocina que apela -en general- hacia platos típicos del recetario peninsular.

Autor: Carlos Reyes M.

08 de Mayo de 2019

A ratos la cocina italiana no posee la estética que algunos comensales desearan para un restaurante de lujo. Eso, a veces, puede mover a engaño, porque la preocupación esencial de los peninsulares va por la calidad de los productos y su sabor, más allá de los montajes puestos en la mesa. Algo de eso sucede por estos días en Senso, un restaurante que como el hotel que lo aloja –Santiago, próximo Mandarín Oriental- vive tiempos de cambios. Lo anterior es a propósito de lo nuevo que muestran ahí: Courliglioni ($ 12.500), pasta rugosa, algo deforme, basada en papa y que en su interior contenía un relleno de queso asiago y por fuera, una salsa de habas y espinacas a la menta. Delicadeza quesera y vegetal típica del sur italiano. Por lo demás algo único en Chile.

De esa manera se aprestan a ser uno de los comedores, de una de las cadenas hoteleras más lujosas del mundo. Debe lucir porque es el primer recinto de este tipo en Latinoamérica y, se espera, que los tonos de alta cocina allí reluzcan por todo lo alto. Mientras se esperan los cambios de ambiente y mobiliario, algo de su propuesta culinaria se vislumbra. De partida buscan volver a tener una carta de vinos premiada, como ocurrió hace un lustro atrás, cuando profesionales como Daniela Lorenzo, Katherine Hidalgo o Sebastián Riquelme la resaltaron a nivel internacional. Dentro de este mes se resuelve cómo y qué harán al respecto. 

En la comida, las ideas se suceden abundantes, por lo general clásicas respecto del sentir itálico. Una excepción va por los entrantes, con una Centolla envuelta en palta ($ 7.800) con un delicado contrapunto al ajo en su sazón. De lo tradicional las Berenjenas grilladas con burrata ($ 14.900) se las arreglan para entregar un goloso tono vegetal y láctico. Por cierto hay más pasta, como los Paccheri ($ 11.400), pasta dura y cilíndrica con un estofado de pato y pistachos encima, sumado a un Risotto al tomate y limón que llegó al dente y con una capita de tártaro de camarones que hizo un juego de temperaturas y ligero sabor marino.

Los detalles se van sucediendo, como en un Filete Rossini ($ 25.900) al que se le echó de menos la trufa rallada encima (pronto parte la temporada en todo caso) pero que funcionó por su trocito de foie gras; también por su lista de postres donde la Delicia blanca ($ 3.600) era una bella bolita coloreada con un interior de yogurt alimonado. Delicadeza estética, que vino a ser una excepción a una regla de montajes sencillos pero a la vez, con sabores que buscan consolidarse en ese, el restaurante italiano de un hotel que promete todo el boato que Santiago, dicen, necesita.

Ojo a su menú de almuerzo: $ 19.900 por buffet de entrada, plato de fondo y de nuevo, buffet de postres.

Hotel Santiago. Av. Kennedy 4601, Las Condes. Reservas a: [email protected] o llamando al 229503188.

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