Vino Icono de abril: La Cumbre 2015

Un syrah transversal

02 de Abril de 2018

Luego de 10 añadas en el cuerpo, La Cumbre de viña Errázuriz logra enamorar a los dos amantes de la cepa: aquellos que buscan madurez e intensidad, y a los otros que piden frescura.

Por Ana María Barahona

Si fueran hermanos reales no sería nada fácil serlo de Viñedo Chadwick o Seña, pero en el portafolio de Viña Errázuriz vinos como Kai o La Cumbre parecieran hermanos pequeños de esos portentos que suelen llenarse de elogios y altos puntajes.

Pero siendo justos, las nuevas añadas de La Cumbre despliegan interesantes argumentos para los amantes de la cepa en sus dos versiones, aquellos que adoran la intensidad y madurez y los otros que piden frescura y taninos más vibrantes. La Cumbre 2015 es justamente para ellos. Según el director técnico de Errázuriz, Francisco Baettig “desde que hicimos el primer La Cumbre en 2005 ha vivido un proceso de refinamiento. La base del vino sigue siendo del interior del valle del Aconcagua que es más cálido pero al tener un porcentaje de Aconcagua Costa también tiene vetas de frescura”.

La Cumbre sigue proviniendo en el grueso de su mezcla de los viejos viñedos de Panquehue, especialmente Max 5 y Max 2 pero desde hace cuatro años casi un 20% del syrah es de Aconcagua Costa. “Es cierto que en los últimos años he querido alinear a todos estos grandes vinos en el sentido de bajar las dosis de madera nueva, y algo del grado alcohólico, y eso ha dado vida a un vino que tiene mucha fruta y aunque es fresco no muestra un perfil tan especiado”, confirma el enólogo.

¿Qué entrega cada sector del valle de Aconcagua? Para Baettig la costa es la que presta nervio y acidez, “algo más de capas aromáticas y leve tono especiado”, mientras que el interior es “la redondez, lleno, esa intensidad y taninos más gruesos”. Aunque es un padre orgulloso, Baettig está trabajando en otro gran syrah 100% de la costa ya que cree que la gracia de esos vinos está en su nervio, mineralidad, con una definición de terroir muy marcada. “Queremos crear un syrah más icónico, más de tipo Grand Cru mientras que La Cumbre seguirá siendo ese gran syrah mezcla de nuestros viñedos más antiguos”.

Viña Errázuriz

La Cumbre 2015

Valle del Aconcagua

Enólogo: Francisco Baettig.

Ficha técnica: 100% syrah.

Crianza: 22 meses en barricas francesas, 50% de ellas de primer uso.

Tipo de suelo: hay una gran diversidad al interior del valle del Aconcagua, pero Max 5 se define como aluvial franco arcilloso, mientras Max 2 presenta suelos coluviales volcánicos.

Rendimiento: 7 toneladas por hectárea.

Alcohol: 14 %.

Servicio: decantar y servir a los 16º C.

Potencial de guarda: seis años.

Nota de cata: rojo púrpura con ribetes violetas. Gran intensidad aromática: grosella, guinda ácida, higo, ciruela, cecina ahumada, tabaco, cuero. En boca tiene buen volumen y estructura, acidez alta, tanino jugoso y fresco, gran persistencia y volumen.

Armonía: carnes rojas, carnes de caza.

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